Un año más se ha cumplido el objetivo. Aunque este año no he participado por motivos laborales, he intentado paliar con mis ánimos de aliento el cansino recorrido por nuestra querida ciudad, o mejor dicho, por las afueras de nuestra ciudad. El veros me ha matado el gusanillo, y aunque mi esfuerzo ha sido nulo, he recorrido con la mente los 21.195 metros que separan la salida de la meta.
El día, para no quejarse, quizás en la segunda vuelta algo de calor, pero os he visto estupendos, aunque la profesión fuese por dentro. Aunque alguno me ha querido tirar de la lengua por la derrota del Madrid, el esfuerzo de este, espero que último recorrido, ha hecho mella en las piernas de casi todos, y digo de casi todos, pues no había visto nunca el ritmo vertiginoso que llevan los primeros, escandaloso oiga, digno de ver, y además sin gota de sudor ni gestos de sufrimiento. Por ello aunque el primero es el que se lleva los honores, vosotros sois el germen de la carrera. El sufrimiento de hoy se pasará en 48 horas, y muchos estaréis pensando en la próxima, y en la gran victoria que es finalizar, aunque sea en otro desangelado recorrido, sin apenas gente ni gritos de aliento.
Hoy recordaba el lema de una Behobia San Sebatian “sufres más cuando corres, o cuando no sales a correr..”, que gran verdad.
Una más a la espalda. Gracias CAMPEONES por el espectáculo.
